Palabra del Señor que recibió JeremÃas: «Levántate y baja al taller del alfarero, y allà te comunicaré mi palabra.»
Bajé al taller del alfarero, que estaba trabajando en el torno. A veces, le salÃa mal una vasija de barro que estaba haciendo, y volvÃa a hacer otra vasija, según le parecÃa al alfarero.
Entonces me vino la palabra del Señor: «¿Y no podré yo trataros a vosotros, casa de Israel, como este alfarero? –oráculo del Señor–. Mirad: como está el barro en manos del alfarero, asà estáis vosotros en mi mano, casa de Israel.»
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