Generosa Aquino Ortiz MA
Es de mucha utilidad para el proceso de enseñanza la utilización del modelo de aprendizaje basado en competencias. En este enfoque educativo el centro de atención es el proceso mismo, destacando todo lo que se adquiere en la escuela de modo que le sirva al docente para el desenvolvimiento en toda su vida.
Dentro de las ventajas del uso en la escuela de este modelo está el desarrollo de capacidades de adaptación al cambio y la adquisición de variadas habilidades de razonamiento, así como la toma de habilidades estratégicas.
El estímulo de la creatividad y la innovación, así como descubrir la potencialidad que posee como ser humano para convertirse en ente importante de la sociedad a la cual pertenece.
Otro aspecto importante de este modelo basado en competencias es que facilita la comprensión y el análisis de situaciones complejas que permitan la solución de distintos y variados problemas en cualquier contexto y en cualquier nivel.
Para el desenvolvimiento en la escuela, principalmente el aula y la acción maestro-alumno en cualquier escenario del proceso este modelo ayuda a que el mismo se desarrolle con dinamismo garantizando de antemano la participación activa durante el tiempo en que se desarrollan las técnicas y estrategias concebidas para conseguir el aprendizaje significativo.
Es el modelo que encaja perfectamente en cada nivel de enseñanza dado que permite la interacción, el análisis y el razonamiento lógico, razón que permite la inserción del discente en un proceso dialógico permanente el cual le ayuda, a su vez al fomento de ideas propias acerca de las situaciones complejas que se presenta tanto en el ambiente escolar como en los escenarios en los cuales se desenvuelven en su diario vivir.
La escuela de hoy el docente utiliza la planificación en base al modelo basado en competencias, estará logrando adecuar sus actividades formativas al tiempo de aprendizaje disponible, tomando como referente básico las capacidades de aprendizaje de sus discentes y superando la visión de los contenidos disciplinares o por asignaturas del curriculum, para programar, enseñar y evaluar de forma integrada, esto es respetando la transversalidad y la interdisciplinariedad, forma natural en la que se presentan los saberes en la realidad.
Por otra parte, permite desarrollar al docente una visión amplia en su planificación adecuada a las finalidades del aprendizaje que persigue la institución a través de su programa formativo.
El desafío de hoy es planificar por competencia para insertar a la escuela y al docente en las exigencias educativas del momento para lograr mejores y mayores resultados en nuestros discentes y en nuestra sociedad.
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