Por: Licda. Ireni Arvelis Sierra Pérez
Las elecciones nacionales son un componente esencial de cualquier sistema democrático, ya que posibilitan a los ciudadanos la selección de aquellos que dirigirán y tomarán decisiones en su nombre. En el contexto de la República Dominicana, estas elecciones adquieren una relevancia particular debido a su influencia en la dirección política y social del país.
La expresión “fiesta de la democracia” se emplea para describir el proceso electoral como una ocasión que refuerza los valores democráticos de participación, transparencia y responsabilidad. En el caso de las elecciones nacionales en la República Dominicana, se puede ver como un evento festivo para la democracia, donde los habitantes tienen la posibilidad de manifestar su opinión y colaborar en el progreso del país.
No todo es color de rosas, a lo largo de nuestra historia hemos experimentado múltiples obstáculos y desafíos que van desde fraudes electorales hasta autoritarismo de las autoridades de turno.
Recuerdo esas elecciones de mayo 16 en 1990, donde el candidato del el partido contrario estaba ganando las elecciones, al entonces presidente Joaquín Balaguer; de repente un gran apagón sorprendió el país, al llegar la luz el partido de gobierno estaba arriba con muchos votos, ganando el PRSC.
Provocando ira y disturbios en el país.
A partir de esos sucesos y otros que le antecedieron, se ha luchado por que este proceso se haga limpio y transparente. Confiamos hoy en las autoridades de la junta central electoral que aplique las medidas de seguridad que ha declarado como orden de esta organización y que sea sancionado aquel que viole las normas descritas por este órgano.
La transparencia en las elecciones nacionales es crucial para el éxito del proceso electoral. Es esencial que las elecciones se lleven a cabo de manera transparente y sin irregularidades para garantizar la confianza de la población en los resultados y en las instituciones responsables de su realización. Por tanto reafirmamos y creemos que las elecciones nacionales en la República Dominicana son una celebración de la democracia que permite a los ciudadanos participar activamente en el sistema político y contribuir al fortalecimiento de las instituciones democráticas del país.
Los desafíos que ahora enfrentamos son de un proceso diáfano y transparente respeto a la decisión de cada ciudadano. Sabemos que los candidatos van a las posiciones a servir al pueblo no ha servirse ellos, aunque esto último es lo que saben más hacer; servirse más que servir. Pero está en nuestras manos darles el poder a quien creemos nos pueden mejor representar con dignidad y respeto.
¡Vamos pueblo dominicano a ejercer nuestro derecho con altura!
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